Y se posicionará en la Cruz del Sur y allí quedará aparentemente inmóvil por tres días y regresará al firmamento para comenzar otra vez su ciclo. Hoy “renace“ el sol.
La versión astrólogica es de mi agrado, pero si ustedes ya se aburrieron de la versión hebrea -como yo hace varios años-, he aquí otras deidades análogas a Jesucristo que también pueden adorar ya que, al fin y al cabo, hacen referencia al mismo evento:
Horus
Mithra
Attis
Krishna
Dionisio
Odín
Quetzalcoatl
Para los que creen en la versión bastardizada de San Nicolás, les recomiendo a a su compinche Krampus -uno de mis favoritos- que era el que se encargaba de “disciplinar“ a los chilpayates. Hay otras festividades también si gustan:
Kwanzaa
Hannukah
Saturnalia
Yule
Y si simplemente están agradecidos por el simple hecho de haber despertado otra vez, salgan a la calle, vean el firmamento, admiren el paisaje -sea densamente urbano o rural da igual-, sientan el sol que tan bien les hará en estos días tan fríos. Perdónense a sí mismos tanto por sus nimios como por sus garrafales tropiezos y, por igual, perdonen a aquellos que los han dañado porque la verdad es que ignoramos el infierno personal que estos viven día a día. Dénse cuenta que no somos un fenómeno aislado, que estamos íntimamente conectados con nuestra especie, con los animales, la vegetación, con las estrellas, los planetas y absolutamente todo lo que nos rodea.
A decir verdad, siempre he estado en contra de que necesitemos una excusa para celebrar la vida, pues bien, si eso hace falta, entonces usen este día para decirle que aman a quienes nunca se lo han dicho por simple miedo, demuestren este sentimiento con actos a quienes ya se lo han dicho, convivan, platiquen de sus deseos y preocupaciones, rían y enójense, ¡vivan! Cabe decir que para hacer esto, tienen que apagar sus televisores, su computadora, sus videojuegos y, de ser posible, sus celulares. Aléjense de estos aparatos al menos por hoy. Tengan el valor de empezar a entender la vida en vez de querer controlarla.
Entiendo que esto que escribo para muchos puede resultar sumamente complicado o imposible. Para otros ni siquiera es una posibilidad por las condiciones precarias en las que se pudiesen encontrar. Este mundo se está cayendo a pedazos y lo peor es que no hacemos nada al respecto y parte de ello es que ni siquiera estamos dispuestos a hacer algo para nuestra propia familia. Si en realidad amas la vida lucharás día a día por el bienestar común y no por mantener la efímera estabilidad de tu mundo. Y esto ha de ser no porque somos de la misma especie, etnia, credo, nación, región, posición política o porque compartamos la misma preferencia sexual o nivel intelectual o apariencia física, pues todas esas barreras son ilusorias. Todos, plantas, animales y nuestra misma especie somos uno y todos somos habitantes de un planeta entre millones; este planeta que es nuestra casa y madre.
Por último, les agradezco que se hayan tomado la molestia de leer este post que se salió de proporción y espero tener el valor y delicadeza de tener un contacto más humano con ustedes. No será nada fácil y me tambalearé varias veces, pero me esforzaré porque se lo merecen, porque estamos en el mismo viaje, porque honro su vida, la mía, porque los amo y porque cada uno de ustedes me define. Gracias.
Les dejó este hermoso poema de Eladia Blázquez:
HONRAR LA VIDA
No
Permanecer y transcurrir
No es perdurar, no es existir
Ni honrar la vida
Hay tantas maneras de no ser
Tanta conciencia sin saber
Adormecida.
Merecer la vida no es callar ni consentir
Tantas injusticias repetidas
Es una virtud, es dignidad
Y es la actitud de identidad
Mas definida.
Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir
Por que no es lo mismo que vivir
Honrar la vida.
No
Permanecer y transcurrir
No siempre quiere sugerir
Honrar la vida
Hay tanta pequeña vanidad
En nuestra tonta humanidad
Enceguecida
Merecer la vida es erguirse vertical
Más allá del mal, de las caídas
Es igual que darle a la verdad
Y a nuestra propia libertad
La bienvenida.
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